Como todos los años, octubre y noviembre son meses de elecciones universitarias. Las directivas de las Federaciones de Estudiantes se renuevan, cada una a su estilo. En Concepción veremos si el evangelismo político sigue creciendo, en la Chile las dintintas facciones izquierdistas siguen peleándose quien administra la FECH. Y en la Católica... bueno, las cosas vuelven a ser como antes.
Las cuatro listas tradicionales se presentan este año. La lista 1a, con su naranjo gremialismo guzmaniano; la lista OI, con su independencia; la lista E, de rojo y Hirsch; y la lista Sector, con nuestro verde progresismo. (Sí, yo soy de El Sector.) Distintas propuestas, distintos modos de ver la Universidad, distintas manera de creer qué es la Federación, para qué sirve y qué hay que hacer con ella. Cada lista, tiene una serie de proyectos, un montón de ideas, seguro que todas tienen las ganas de hacer la mejor Federación el 2006. Sin embargo, cómo votar...
En 2000 voté para la FEUC por primera vez. No tenía idea qué era la 1a ni quien era la K3 (extinta coalición concertacionista). Tuve suerte, conocía a uno de los candidatos a Consejero Superior, del también exintinto Frente de Estudiantes de Izquierda (FEI) y a un candidato a Directiva de la lista K3, así que voté por ellos. No tanto porque los conocía, sino porque sabía que no iba a votar por una lista de derecha, que es la 1a. Un voto cruzado, Concertación e Izquierda.
A cuento corto, me empecé a meter en política. Encontré en ella una fuente de inspiración para trabajar, una actividad que me motivaba, que me gustaba y que en la era bueno, pendejo y atarantado, pero bueno. Empecé a hablar de política. Empecé a hablar de campañas, de votos, de proyectos, de cómo ganar la Federación. Pero no me preocupé del por qué. Ese año ganamos la FEUC por menos de 30 votos en segunda vuelta. Se nos venía encima la tarea de hacer la mejor FEUC de la historia, la FEUC 2002.
Para ese año ya no estudiaba en Casa Central, sino en San Jaquín. Y allí trabajaba también en hacer la mejor FEUC de la historia. Ahí recién empecé a cachar cómo se hacía política en la Universidad. Hablabamos de elecciones, de cargos y de cepilladas; de Trabajos y de conseguir más gente. Y, ello no me pareció muy bueno. Así que me empecé a cambiar de gente, empecé a conocer tipos que realmente cambiaron mi forma de ver el mundo. Hablaban de valores, de esperanzas y cambio. También había elecciones y cargos, pero bajo un honesto pilar valórico.
No había que hacer la mejor Federación de la historia porque queremos ganar de nuevo este año, hay que hacer la mejor Federación de la historia porque estamos chatos de que se nos censure en la Universidad, que se nos trate como pendejos cuando ya somos adultos. Hay que hacer la mejor Federeación de la historia porque hay cosas que a partir de la FEUC podemos cambiar. Podemos cambiar el modo en que se financia la Educación Superior y dar un acceso justo a ella. Podemos cambiar cómo se enseña en la Universidad para que cuando salgamos, tengamos más que un cartón, sino que tengamos opciones, que tengamos la posibilidad de desempeñarnos en la sociedad exitosamente. Podemos abrir mentes y cerrar prejuicios, podemos seducir a más jóvenes para que crean en esta posibilidad y logremos hacer un sueño coletivo... más manos trabajan mejor.
Así, sobre un álgido conflicto valórico y con una seria cepillada, un grupo de socialistas quebró la Concertación PUC y con colores propios, con un verde chillón y una mano abierta, inscribió 6 nombres para la Federación 2003. Perdimos. Obvio. Pero ganamos. Hablamos de honestidad y de lo importante que es la política, hablamos de la indentifiación valórica con los partidos progresitas de la Concertación, dijimos en los debates que éramos sinpatizantes del PS, del PPD y del PRSD y le dijimos abiertamente a nuestros compañeros que estos partidos nos ayudaban con dinero para nuestra campaña. Si buscamos ser tratados como adultos, lo primero es tratarnos como adultos entre nosotros. Se nos atacó de instrumentos, la vieja política nos usaba para conseguir sus fines. Pero eso año, cerca de 800 compañeros nos creyeron, para el 2003 fueron 2000 y para el 2004 fueron más de 4 mil los que votaron por esta opción. Aliados con la Izquierda (misteriosamente igual que mi voto cruzado del 2000), El Sector estaba en pie de hacer la mejor Federación de la historia. Y la hicimos. Dejamos altísima la vara para la Federación que viene. Se logró el financiamiento total de los estudios universitarios de los tres quintiles más pobres de Chile, cambiamos cómo se financia la univerisdad en pos de mayor justicia y equidad social. Se creó la Central de Acción Social UC para por fin profesionalizar el voluntariado y aportar realmente a la superación de la pobreza. Levantamos en tres semanas los Trabajos de Emergencia en Huara, fuimos 80 estudiantes PUC a paliar las consecuencias del terromoto del Norte Grande, ayudamos a que la Universidad apadrinara la comuna para su reconstrucción y desarrollo. Se apoyaron oficialmente las iniciativas reivindicativas del campus Oriente, siendo la Federación un apoyo para el Bloque Oriente, no un papá o un contendor de poder, sino un apoyo. En fin... hay deudas, hay cosas que no se lograron, sí, ustedes lo saben y yo también. Por eso tenemos que seguir.
La senda está bien encaminada. Los valores que guían nuestro andar son nuestra brújula y ésa es nuestra mayor fortaleza.
Yo ya egresé. Ahora no soy más que un fiel compañero de aventuras que quiere ver cómo su Universidad sigue transformándose en la mejor Universidad de Chile.
Votar Sector es votar por los valores del progresismo. Por la aceptación y la fraternidad, es votar por la convicción de que éste es el camino, es el camino que se forja a cada paso y que puede cambiar, su curso puede ser distinto al de ayer y distinto al de mañana, pero el norte es siempre el mismo: justicia, como mi polera roja lo decía.
PD: No se olviden de visitar el sitio web. Sectorprogresista.cl.