Hice un pequeño sondeo y algunos se ríen -dándole razón a la señorita- y a otros no les parece tan gracioso.
Los dejo con el artículo:
"Como mujer yo decido"Yo me abstengo de opinar, total, como otras veces, no me mojo el potito.
Javiera es una adolescente muy atractiva, que nos cuenta sus experiencias en un día de carrete.Me llamo Javiera, acabo de pasar a cuarto medio en el Liceo Oscar Castro de Rancagua, y les contaré como es la noche en una discoteque de la ciudad.
A las 12:15 horas, la disco está en todo su esplendor. Mucha gente conocida, nuevos chicos y casi todos tienen alma de verano y la música es aún mejor. Estoy solterita y estoy en búsqueda de algún compañero entretenido, que me suba el ánimo, "me produje" bien, y tengo la esperanza de que me irá bien, ahí voy en búsqueda de la aventura.
Los tipos de especimenes que he llegado a conocer en una noche de fiesta, los he agrupado en mega especies, ya que tienen ciertas cosas en común. Todo interactuan en el hábitat oscuro, donde sirve cualquier sitio con música alta, oscuridad, algún foco ultravioleta, litros de alcohol y unos baños con una deficiente higiene. Ahora las especies.
El buitre discotequero se encuentra como pez en el agua, o lo intenta. Dada esta premisa, y que su principal comportamiento se encamina a la misión: 'Conocer a cualquier chica aunque lleve cualquier cosa puesta. Pareciera ser que algo le apura en su interior, me refiero a su corazón, quizás tiene problemas de ansiedad.
En segundo lugar, tenemos a el buitre gringo que no habla "ni papa" de español. Este tipo es brutal. Se acerca, no te dice ni hola y tira de tu brazo como si fuera la correa del perro que tiene que sacar a pasear, para arrastrarte al centro de la pista e intentar bailar contigo. Todo sin decir ni pío. Entonces cuando te suelta le dices que no y te largas sin disimulo. Y te pasas la noche huyendo del sujeto que aún sigue mirando una que otra vez para ver si regresaste del baño.
En tercer lugar, el buitre reiterativo. Éste se pasa la noche pasando alrededor de donde tú estás, dudando si acercarse. Pasa una vez como para ir al baño, vuelve a su sitio, eso sí, sin quitarte ojo, aunque tenga que hacer una maniobra giratoria de cabeza digna de la niña del exorcista. Luego vuelve a ir al baño. Si vas a la barra, estará ahí en 2 segundos, estará también cerca. El caso es que le veas bien, (incluso podría caer en la clasificación paranormal, ya aparece de repente casi como un ser fantasmal. )Y cuando has decidido que no tiene un problema de vejiga, se acerca para decirte algo así como 'Jeje, hola, mira qué cosas, tú y yo hacemos juego'. Sólo porque lleva una camisa del color de tu polera. Tú educadamente echas mano (después de un ratito de ser correcta) de la maniobra 'voy al baño porque quiero que desaparezcas'. Te vas y cuando vuelves, a otro punto, él estará ahí de nuevo y se acercará varias veces durante toda la noche.
En cuarto lugar, el buitre lapa. Es ése que se presenta dándote dos besos muy cerca de los labios, a ver si se le escapa la lengua, y se te queda pegado como un chicle al pelo. Cuanto más distante te pones, más se te pega. Y aunque le mandes directamente a la freir monos, sigue intentando toquetearte, o manteniendo contacto físico. Como un chicle en el pelo. Mejor lo llamaré El buitre chicle en el pelo.
En quinto lugar, mencionaré a el buitre bailarín correcto. Es discreto, así que se sobrelleva bien. Menos mal. Simplemente se arrima a bailar contigo y cuando ve que no le sigues el juego, se aleja y se queda a unos dos metros. Así da gusto, pero en fin nada por hoy, antes de entrar a la casa veo tirado un sticker que dice: "Yo leo El Rancahuaso", que entrete, parece que es un diario y como me gusta escribir, comentaré mis confesiones de lolita.
A las señoritas... ¿hay otras especies? ¿Hay, en realidad, especies de buitres o cada hombre es una particularidad?
Señores... ¿se sienten identificados con alguna especie? ¿Son así los hombres?
Por lo demás, me queda claro que para la señorita rancagüina todos somos buitres.